Apolo 12: un seguimiento difícil

El primer alunizaje tripulado, el Apolo 11 es el más conocido, pero hay otros alunizajes posteriores también muy interesantes. Hoy vamos a hablar del Apolo 12, la segunda visita a la luna.

El Apolo 12 se lanzó el 14 de noviembre de 1969, cuatro meses después del Apolo 11, con una tripulación compuesta por el comandante Pete Conrad, el piloto del módulo lunar Alan Bean y el piloto del módulo de comando Dick Gordon. Para obtener un resumen del papel de cada uno, puedes consultar nuestro artículo sobre la nave espacial Apolo.

El rayo del Apolo 12

El Apolo 12 tuvo un comienzo un poco inquietante.  Un minuto después del despegue, al cohete le cayó un rayo dos veces, lo que provocó que la mayoría de los sistemas a bordo fallaran. John Aaron, un controlador aéreo en el centro de control de la NASA, aconsejó a la tripulación que cambiara el equipo de acondicionamiento de señal (SCE) a energía auxiliar, lo que les permitió resolver los problemas y continuar con la misión.

El papel de Aaron en el Apolo 12 es un recordatorio de que los alunizajes dependen de muchas personas para su éxito. Los astronautas desempeñan un papel más visible, pero contaron con el apoyo de una gran cantidad de personas: personas que supervisaban la misión, que diseñaban sistemas y que construían equipos. Estas personas no han caminado sobre la luna, pero gracias a ellas la tripulación ha podido llegar allí. Si algo salía mal, el equipo en tierra trabajaría rápidamente para arreglarlo; la instrucción de cambiar el SCE a energía auxiliar llegó a la tripulación sesenta segundos después del primer rayo.

Si te preguntas por qué los lanzamientos actuales a menudo parecen retrasarse debido a las condiciones climáticas, esto se debe en gran parte a reducir el riesgo de rayos como los que sufrió el Apolo 12. Debido a que los cohetes pueden provocar rayos mientras vuelan a través de las nubes, es importante tener cuidado. Después de que un cohete Atlas-Centaur fuera destruido por un rayo mientras intentaba lanzar un satélite en 1987, se creó un Panel Asesor sobre Rayos y estableció reglas específicas para las condiciones en las que se podían lanzar cohetes.

Aterrizaje de precisión en la luna

Afortunadamente, a pesar del difícil comienzo de la misión, el Apolo 12 llegó sano y salvo a la luna. Es más, aterrizó en la luna con una precisión impresionante.

¡El objetivo del Apolo 11 era llevar humanos a la Luna y devolverlos a la Tierra! No aterrizó justo en el sitio al que apuntaba, pero aterrizó bien en la luna, que era más importante que aterrizar precisamente en el lugar correcto.

Sin embargo, uno de los objetivos del Apolo 12, era recuperar piezas de la nave espacial no tripulada Surveyor 3, que había estado en la Luna durante dos años y medio. Para lograr este objetivo, era necesario aterrizar con precisión y, de hecho, logró aterrizar a sólo unos 500 pies del Surveyor 3.

Este fue un logro importante, no sólo para el Apolo 12 sino para futuras misiones. Es mucho más fácil planificar actividades en la luna si sabes que es posible aterrizar en un lugar específico.

Como misión, el Apolo 12 tenía un tono más ligero que el Apolo 11. Cuando Neil Armstrong se convirtió en el primer hombre en pisar la luna durante el Apolo 11, sus primeras palabras fueron: “Un pequeño paso para un hombre, un gran salto para la humanidad”. Conrad, que era más bajito que Armstrong, cuando pisó la luna dijo: “¡Vaya! Hombre, puede que haya sido pequeño para Neil, pero grande para mí”.

Las primeras palabras de Conrad tuvieron que ver con una apuesta que había hecho con un periodista. El periodista estaba convencido de que el gobierno dictaba lo que debían decir los astronautas cuando pisaban la superficie lunar. Al decir algo tan simple, Conrad demostró que los astronautas no estaban condicionados y que podían escoger sus primeras palabras en la luna.

Polvo lunar peligroso

Durante el Apolo 11, Armstrong y Aldrin caminaron sobre la Luna durante dos horas y media. La tripulación del Apolo 12 pasó mucho más tiempo fuera del módulo de aterrizaje lunar: en total entre las dos excursiones que hicieron, pasaron unas siete horas.

Lo que quiere decir que la tripulación del Apolo 12 tuvo más tiempo para explorar, realizar observaciones y recolectar muestras. Sin embargo, hubo muchos problemas con el polvo lunar.

Inevitablemente, mientras Conrad y Bean exploraban la luna, el polvo de la superficie lunar acabó en sus botas, equipos y trajes espaciales. Cuando regresaron al interior del módulo de aterrizaje lunar, el polvo los acompañó. Cuando despegaron y regresaron a la órbita lunar, el polvo comenzó a flotar, algo bastante peligroso ya que; podría inhalarse, entrar en contacto con los ojos de los astronautas u obstruir el equipo.

“El módulo lunar estaba muy sucio, tenía escombros y había mucho polvo flotando, tanto que cuando me quité el casco casi me quedo ciego”, dijo Conrad. “Se me llenaron los ojos de porquería y tuve que volver a ponerme el casco”.

Debido a la falta de viento o agua corriente, no hay procesos naturales de erosión en la Luna. Lo que quiere decir es que las partículas de polvo eran afiladas con los bordes duros, como el vidrio esmerilado, bastante desagradable de manejar.

Conrad y Bean intentaron quitarse el polvo mutuamente, sin mucho éxito. Al final, para minimizar la cantidad de polvo que trajeron a la nave espacial principal desde el módulo de aterrizaje lunar, tuvieron que desnudarse para el traslado entre naves espaciales.

Gracias a la experiencia de la tripulación del Apolo 12, las siguientes misiones llevaron un cepillo grande que la tripulación lo usase para quitarse el polvo antes de entrar al módulo lunar.

Éxito a pesar de las dificultades

El Apolo 11 transmitió imágenes en blanco y negro y por eso, se planeó que el Apolo 12 fuera la primera misión en transmitir imágenes a color desde la superficie de la luna. Sin embargo, no hay muchas imágenes de video del aterrizaje del Apolo 12, debido a un percance: cuando Alan Bean estaba instalando la cámara en la luna, por accidente apuntó al sol, y se destruyó la imagen.

Entre los rayos al despegar, los problemas con el polvo, y la cámara, el Apolo 12 fue una misión con varios problemas. Sin embargo, se puede decir sin duda que fue todo un éxito; la misión llegó a la luna, el módulo de aterrizaje aterrizó en el lugar correcto y los astronautas regresaron sanos y salvos a la Tierra.

El Apolo 13 se ocupó de otro problema más serio. En el próximo artículo de nuestra serie Apolo, hablaremos sobre el Apolo 13.

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