El espacio es inmenso y en gran parte vacío, pero la parte que rodea a nuestro planeta está cada vez más llena. En la publicación de hoy, hablaremos sobre la basura espacial, ¿qué es?, ¿por qué es un problema? y ¿cómo se puede mantener bajo control?
¿Qué significa “basura espacial”?
En esencia, “basura espacial” se refiere a objetos que orbitan la Tierra, que no se pueden controlar y que ya no son útiles.
Un satélite de comunicaciones al ser útil no se considera basura espacial: transmite información de un lugar a otro. Sin embargo, si los sistemas del satélite fallan y continúa en órbita sin realizar su función, se convierte en basura espacial.
Si un satélite se destruye en órbita, se romperá en varios fragmentos de basura espacial. Algunos desechos se caerán a la Tierra y se quemarán en la atmósfera, pero otros muchos seguirán en órbita, llenando la parte del espacio que rodea nuestro nuestro planeta.
¿Por qué la basura espacial es un problema?
Aunque la basura espacial suele ser pequeña, viaja a grandes velocidades, y puede dañar o destruir los satélites operativos si se chocan.
Con la basura espacial, tenemos un problema de autorreplicación. Si los desechos espaciales destruyen un satélite existente, entonces causarán más desechos, es decir, más basura espacial. Un ejemplo, en 2009 un satélite abandonado, Kosmos 2251, chocó con el satélite de comunicaciones operativo Iridium 33. Ambos satélites se rompieron en cientos de pedazos más pequeños, esparciendo basura por la órbita de la Tierra.
Si la basura espacial continúa acumulándose, será más difícil poder operar satélites alrededor de la Tierra. Según la infografía de la ESA “The Cost of Avoiding Collisions”, cada una de las naves espaciales de la ESA en órbita terrestre deben moverse aproximadamente dos veces al año para evitar una posible colisión con la basura espacial. A medida que aumenta la cantidad de basura espacial, también aumentará la necesidad de mover los satélites para evitar colisiones, con la consecuencia de un gran gasto de combustible.
Un evento reciente notable que creó más basura espacial fue la prueba de misiles rusos que destruyó el satélite ruso Kosmos 1408 en noviembre de 2021. La destrucción del satélite resultó causar más de mil piezas de basura espacial. Algunas de estas piezas se quemaron en la atmósfera de la Tierra, pero el resto permanecen en órbita y continuarán en órbita durante años. Poco después de la prueba del misil, hablaron con los astronautas sobre la Estación Espacial Internacional (ISS) les dijeron que se refugiaran en cápsulas fuertemente protegidas, en caso de que la estación espacial resultara dañada por los desechos.
¿Cuánta basura espacial hay?
La página de la ESA “Space debris by the numbers” realiza un seguimiento de la cantidad de basura que se encuentra actualmente en órbita alrededor de la Tierra. A partir de marzo de 2022, las redes de vigilancia espacial están rastreando alrededor de 30,000 piezas de desechos espaciales.
Sin embargo, muchas piezas de basura espacial son demasiado pequeñas para poder rastrearlas y al no tenerlas controladas son un peligro para los satélites. La ESA informa algunas estimaciones de la cantidad de basura espacial que orbita la Tierra:
- Aproximadamente 130 millones de objetos entre 1 mm y 1 cm de diámetro
- Aproximadamente 1 millón de objetos entre 1 cm y 10 cm de diámetro
- Aproximadamente 36 500 objetos de más de 10 cm de diámetro
¿Qué podemos hacer con la basura espacial?
Desafortunadamente, actualmente no tenemos una forma factible de recoger o sacar de órbita la basura existente, aunque ha habido investigaciones sobre el tema. No muy lejos de nuestra oficina en el campus de ciencia e innovación de Harwell, está la sucursal del Reino Unido de Astroscale, una empresa internacional dedicada a la sostenibilidad espacial y a abordar el problema de la basura espacial.
Una técnica teórica es el uso de un láser que puede alterar la órbita de la basura espacial y hacer que caigan a la atmósfera, se llama “escoba láser”.
De momento, la mayoría de las técnicas para disminuir la basura espacial se centra en dos áreas: evitar que se produzcan nuevos desechos espaciales y evitar que los desechos espaciales existentes causen daños.
Se rastrean muchas piezas grandes de basura espacial, lo que significa que es posible anticipar y evitar colisiones con satélites operativos. Como la basura espacial no se puede controlar, los operadores de satélites tienen que apartar el satélite operativo para evitar una colisión anticipada. Esta es una de las razones por las que los satélites necesitan combustible; para obtener más información al respecto, puedes consultar nuestro artículo “¿Cómo se alimentan los satélites?”
Los satélites también se pueden proteger contra las piezas más pequeñas de basura espacial. Para proteger la propia estación espacial y a los astronautas a bordo, la mayor parte de la ISS está protegida contra desechos de hasta 1 cm de diámetro.
¿Cómo podemos evitar que se produzcan desechos espaciales?
La basura espacial es difícil de limpiar, por lo que lo mejor que se puede hacer en primer lugar es evitar que se produzca. Esto se puede hacer desechando correctamente un satélite un poco antes de que deje de ser útil.
Si se permite que un satélite permanezca en órbita hasta que deje de funcionar, se convierte en basura espacial, ya que continuará en órbita sin cumplir ninguna función y no podrá ser controlado.
Para evitar esto, es común reducir la velocidad de los satélites en órbita baja a medida que empiezan a dejar de funcionar. Cuando el satélite se ralentiza, la gravedad se hace cargo; el satélite será atraído hacia la Tierra y se romperá en la atmósfera.
Es más difícil hacer que los satélites en órbitas más altas caigan a la Tierra, por lo que estos satélites a veces son empujados a lo que se llama “órbita de cementerio”, una órbita más alta que cualquier satélite funcional. Sin embargo, si bien estos satélites están fuera del camino y ya no representan un peligro para los satélites funcionales, en última instancia se convierten en elementos de basura espacial que orbita la Tierra sin ningún propósito. Dentro de poco, seguramente, necesitemos limpiar esta órbita de cementerio y hacer un mejor uso de ella.
En el futuro, con suerte, desarrollaremos formas de recoger y reciclar la basura espacial. Por ahora, al desechar de manera responsable los satélites antes de que dejen de ser útiles, podemos ayudar a mantener la órbita de la Tierra lo suficientemente despejada para que sea un entorno seguro para los satélites útiles.
Para obtener más información sobre la eliminación de satélites, puedes leer nuestro artículo “¿Qué sucede con los satélites antiguos?”
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