Rodrigo Barreto, el arquitecto principal de Darwin, ha escrito este documento sobre la inspiración, los logros y los planes de Darwin para el futuro. Este artículo fue primero publicado en portugués; Portal 5G.
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Históricamente, los servicios de comunicaciones móviles y por satélite se han ido desarrollando de forma paralela. En ocasiones, la industria de las comunicaciones por satélite ha ofrecido servicios de telefonía a los usuarios, como, por ejemplo; Thuraya, Globalstar e Iridium. Sin embargo, estos servicios tienen una capacidad de comunicación de datos limitada y una adopción relativamente baja. Por el contrario, las empresas especializadas en comunicaciones por satélite se han centrado en facilitar la interconexión entre estaciones base de radio y centrales telefónicas como vía principal de integración de las dos vertientes tecnológicas.
Existe una brecha entre los proveedores de comunicaciones por satélite y los proveedores de servicios móviles terrestres, cada uno de los cuales se concentra en el área donde tiene la mayor ventaja competitiva y no suelen buscar soluciones conjuntas para el acceso de los usuarios. La industria del móvil no ha podido desarrollar una cobertura geográfica completa para los servicios de datos, y el segmento por satélite no se ha utilizado para llenar estos vacíos de cobertura de manera integrada. Esto fue lo que inspiró el Proyecto Darwin.
Para que una propuesta de innovación tecnológica se impulse, el momento debe ser el adecuado. En 2019, cuando el concepto del Proyecto Darwin empezaba a formarse, ya se veían las algunas tendencias claras:
Surgió la idea de combinar redes de servicios móviles terrestres y por satélite, para permitir un acceso de usuario sin interrupciones. Esto permitiría que las redes por satélite y terrestres se complementen entre sí, permitiendo que los vehículos se beneficien de una conectividad ininterrumpida en movimiento. A este concepto se le fueron sumaron los servicios de plataforma de datos; que permitirían a las empresas visualizar los datos de telemetría de su flota y disfrutar de servicios especializados según su vertical de operación. Por último, teniendo en cuenta que el futuro de la movilidad está ligado a la autonomía, se incorporó el tema de la movilidad autónoma conectada.
La idea resonó de inmediato entre los gerentes de alto nivel de Telefónica, una empresa en la que Daniela Petrovic, una de las fundadoras del Proyecto Darwin, había ejercido durante mucho tiempo como directora de entrega en grandes proyectos de transformación. Además de llenar varios vacíos de innovación en los que Telefónica tenía interés, como casos de uso de 5G y casos avanzados de conectividad, la idea podría beneficiarse de una iniciativa similar en la que Telefónica, Hispasat y Renfe habían trabajado juntos desde 2015 para permitir el acceso continuo de banda ancha en los trenes de alta velocidad españoles.
Telefónica decidió que merecía la pena ofrecer capital semilla -un modelo de financiación específico para proyectos empresariales en su fase inicial, utilizado habitualmente por startups- para explorar el concepto. Para una mayor flexibilidad, se optó por el formato de inicio independiente. Esto permitió a la nueva empresa, Darwin Innovation Group, competir por una subvención, en un formato de financiación equivalente, de la Agencia Espacial del Reino Unido (UKSA). Con el capital semilla patrocinado por Telefónica UK y una subvención aprobada por UKSA, se puso en marcha el Proyecto Darwin.
La primera fase del proyecto, bajo la supervisión de la Agencia Espacial Europea (ESA), el brazo operativo que administra la subvención UKSA, sirvió para consolidar el concepto. En esta etapa, en colaboración con Telefónica UK, Hispasat y la Universidad de Glasgow, Darwin trabajó para:
Después, Darwin empezó varias actividades prácticas para demostrar los conceptos detrás del proyecto. Que incluyeron:
Este proceso terminó con las pruebas de campo, cuando usamos la Unidad de prueba móvil conectada para evaluar los niveles de conectividad mientras viajábamos por Cornualles, conocida por sus desafíos en relación con la conectividad satelital y terrestre debido al terreno irregular y la vegetación densa en ciertas áreas. La demostración fue un éxito; mientras que la conectividad estuvo disponible el 90 % del tiempo para los servicios móviles terrestres y el 80 % del tiempo para los servicios de comunicaciones por satélite, nuestra solución integrada terrestre y por satélite mantuvo una conexión a los servicios en la nube durante más del 99 % del tiempo. Todos los servicios probados, como la transmisión de video en vivo, la transferencia de archivos grandes, las teleconferencias y la navegación por páginas web, mantuvieron una calidad de experiencia apenas sin cambios para el usuario, que ni siquiera podía notar las transiciones que tenían lugar entre las redes terrestres y por satélite.
Por otra parte, Darwin tuvo la oportunidad de competir por uno de los nuevos proyectos de financiación equivalente de la ESA en el área de la movilidad. Darwin ganó la subasta con la propuesta de desarrollar un servicio de transporte de pasajeros en el Campus de Ciencia e Innovación de Harwell en el Reino Unido, donde se encuentran la ESA y Darwin. El servicio de autobús autónomo de Darwin se diferencia por el uso de un autobús autónomo con conectividad ininterrumpida mediante 5G y comunicaciones por satélite. El principal patrocinador en esta ocasión es la aseguradora Aviva, que está interesada en tener acceso a los datos para desarrollar nuevos productos de seguros para vehículos autónomos.
Se abrió una nueva caja de Pandora y Darwin se vio confrontado con las regulaciones necesarias para operar un servicio autónomo de pasajeros en el Reino Unido. Con la ayuda de organismos públicos como el CCAV (Centro de Vehículos Autónomos Conectados), pudimos identificar y cumplir con los principales requisitos administrativos.
Digamos que se abrió la caja de Pandora, y Darwin tuvo que afrontar las regulaciones necesarias para operar un servicio autónomo de pasajeros en el Reino Unido. Con la ayuda de organismos públicos como el CCAV (Centro de Vehículos Autónomos Conectados), pudimos identificar y cumplir con los principales requisitos administrativos:
Durante la operación piloto se desarrollaron los procesos operativos necesarios y se preparó a los operadores de seguridad. Estos operadores, por razones legales, necesitan estar dentro del vehículo para intervenir en su control si es necesario. Después de completar esta fase y con las aprobaciones correspondientes, el servicio pasó a una fase de operación regular con acceso abierto para los titulares del pase del campus y sus invitados.
Como puede verse, han pasado tres años de intensas actividades que ya han dado muchos frutos. Pero hay mucho más por venir en nuestros planes para el futuro:
Han pasado tres años de intensas actividades que ya han dado sus frutos. Pero todavía quedan muchas más cosas por venir, planes nuevos para el futuro;
En definitiva, queremos innovar y tenemos un inmenso deseo de ayudar a crear un futuro más sostenible en el área de la movilidad. También estamos dispuestos a considerar propuestas comerciales para trabajar en estrecha colaboración con otras empresas e instituciones.
Rodrigo Barreto, arquitecto principal de Darwin
Darwin Innovación es una empresa con sede en Málaga que proporciona servicios relacionados con vehículos autónomos y comunicaciones terrestres y por satélite. Si estás interesado en trabajar con nosotros, puedes echar un vistazo a nuestra página de empleo. Si quieres saber cómo podemos ayudar a su empresa a utilizar vehículos autónomos, contáctanos.